Para contar buenas historias, cualesquiera que sean, es indispensable entrenar la observación, la escucha, la lectura activa, la mirada acuciante. ¿Es posible enseñar a contar buenas historias? A diferencia de pensarlo como una tarea meramente individual, escribir es un acto social desde el momento que existen los otros como personajes, como fuentes, como interlocutores. Desde que leemos con una actitud activa lo que otros escribieron.
Encuentro 1: la musa inspiradora no existe
Las historias no aparecen como destellos fugaces ni en carpetas secretas que algún personaje misterioso nos deja debajo de nuestra puerta. Eso lo dejamos para las películas. A las historias hay que ir a buscarlas y están en los lugares más cotidianos, en las zonas más alcanzables, en los lugares menos esperados.
Cómo vender una historia. Un buen sumario hace la diferencia.
Encuentro 2: ¿Cualquier historia puede ser contada?
Vamos a partir de esta premisa: Sí, cualquier historia puede ser contada si logramos encontrar su particularidad y su potencia, y sobre todo, si sabemos cómo abordarla. Una historia nimia puede convertirse en un best seller y una historia que parece fantástica por su temática, en un libro olvidado en el estante de saldos.
¿Cómo entrenar la observación? ¿Cómo aprender a escuchar más allá de lo que se dice?
Texto que analizaremos: una historia sencilla de Leila Guerriero
Público destinatario: gente que le interese escribir
Día de la semana: los miércoles 7 y 14 de agosto
Horarios: 10 h a 12 h
Virtual por Zoom: EL ENLACE SE MANDA EL DÍA DE ARRANQUE DEL TALLER AL MEDIODÍA
LA AUTORA: Tali Goldman (Buenos Aires, 1987) Es magíster en Escritura Creativa (Untref) y Licenciada en Ciencia Política (UBA). Trabaja como periodista desde el 2006 en diversos medios gráficos y radiales. Actualmente escribe en Revista Anfibia y Gatopardo y da talleres de escritura en Anfibia. Publicó el libro de crónicas La Marea Sindical (Editorial octubre, 2018) y el de cuentos Larga Distancia (Concreto, 2020).
